“LA ACOLLINA”
Escribe: Angel Javier
Castro.
Marca el compás la ubre lechosa en cada exprimido, mugiendo contenta
doña vaca; porque pronto su olorosa y sabrosa sustancia será transformada en:
queso, yogurt y otros derivados lácticos, renombrándose en los labios viajeros:
¡Uhm… que rica está “La Acollina”!
Por eso cada mañana, antes que el sol nazca en el horizonte,
las vacas lecheras, felices, degustan sus pastos naturales, resguardadas bajo
el amparo misericordioso de Dios.
En este trajín, corto y perezoso, los cenicientos animales
como adivinando su próxima suerte bufan, bufan siempre, ondeando sus elegantes
rabos en la verdosa pampa del valle de Yanamarca; ya que su émula figura,
redondeada y esmaltada, aparecerá estampada fantásticamente en los coloridos envases,
anunciando su nombre: ya sea en el aeropuerto “Francisco Carlé”, “el terminal
terrestre” de la ciudad de los bastones y taconeos en algazara florida o en las
tiendas TODO´S de la ciudad de Huancayo.
Las pastoras que cuidan diariamente el pastizal, animadamente
comunican su alegría a los ganados. Y
sonriendo van cantando su nuevo estigma empresarial, gracias al concurso de la Dirección
Regional de Agricultura Junín, la Agencia Agraria Jauja, Fondo Empleo, la Municipalidad de Acolla y la Asociación
de Productores Lácteos del mencionado lugar. Encumbrándose poco a poco la
sugestiva marca láctea, acompañada gentilmente por un pachahuarero, afeitado
con el acento de su nostalgia en el devenir de su vida.
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