jueves, 1 de noviembre de 2018


“LA ACOLLINA”
Escribe: Angel Javier Castro.
Marca el compás la ubre lechosa en cada exprimido, mugiendo contenta doña vaca; porque pronto su olorosa y sabrosa sustancia será transformada en: queso, yogurt y otros derivados lácticos, renombrándose en los labios viajeros: ¡Uhm…  que rica está “La Acollina”!
Por eso cada mañana, antes que el sol nazca en el horizonte, las vacas lecheras, felices, degustan sus pastos naturales, resguardadas bajo el amparo misericordioso de Dios.
En este trajín, corto y perezoso, los cenicientos animales como adivinando su próxima suerte bufan, bufan siempre, ondeando sus elegantes rabos en la verdosa pampa del valle de Yanamarca; ya que su émula figura, redondeada y esmaltada, aparecerá estampada fantásticamente en los coloridos envases, anunciando su nombre: ya sea en el aeropuerto “Francisco Carlé”, “el terminal terrestre” de la ciudad de los bastones y taconeos en algazara florida o en las tiendas TODO´S de la ciudad de Huancayo.
Las pastoras que cuidan diariamente el pastizal, animadamente comunican  su alegría a los ganados. Y sonriendo van cantando su nuevo estigma empresarial, gracias al concurso de la Dirección Regional de Agricultura Junín, la Agencia Agraria Jauja,  Fondo Empleo, la Municipalidad de Acolla y la Asociación de Productores Lácteos del mencionado lugar. Encumbrándose poco a poco la sugestiva marca láctea, acompañada gentilmente por un pachahuarero, afeitado con el acento de su nostalgia en el devenir de su vida.

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